Jorge Guillén “Muchas gracias adiós”, “Música, sólo música”, “Ángulo doméstico”, “Amanece, amanezco”, “La noche de más luna”

<<El mundo está bien hecho>>.–Jorge Guillén, poeta y optimista

Jorge Guillén fue, como Pedro Salinas, profesor.  Enseñó en las universidades de Murcia y Sevilla y en 1938 vino a los Estados Unidos donde enseñó a Wellesley College y Harvard.  Volvió a España en 1977, después de la dictadura de Franco.

En la poesía de Guillén, encuentren que él no se fija en las imperfecciones de la realidad física ni moral.  De verdad, es un entusiasta de las cosas por ellas mismas.  Es decir, hay que encontrar la perfección y la gloria en todo que nos rodea.  Cree que la función del poeta es vivir y cantar el instante de ahora y aquí, este momento en que sus sentidos perciben la gloriosa y fascinadora realidad; el poeta tiene el poder y aun la responsibilidad de captar el momento acutal.  En su poesía, no hay ningún sentido de nostalgia del pasado ni una preocupación del porvenir.  Lo importante, lo esencial, es el momento actual.

Para comprender su poesía, hay que enfocarse en la metáfora.  Por la metáfora, Guillén revela su concepto poético de la realidad.  La interpretación metáforica de las cosas que el autor ha creado nos permite que entremos en su mundo.  Por medio de las metáforas, su poesía sube de las cosas a los conceptos.  De una manera, produce una poesía deshumanizada dado que las cosas no son vistas como tales, sino en sus reflejos y en sus efectos en el alma del poeta.  Como lector, es necesario penetrar esta sutileza para revelar el real objetivo.

Es esencial notar que en realidad Guillén sólo haya publicado una colección de poesía, Cántico, pero hay muchas ediciones de ella.  Empezó con setenta y cinco poemas en 1936 y acabó con trescientos treinta y cuatro poemas en 1950.

Para dejarle a Guillén la última palabra, dijo que <<Poesía pura es todo lo que permanece en el poema después de haber eliminado todo lo que no es poesía>>.

Pedro Salinas “Yo no necesito tiempo”, “Qué alegría vivir”, “El poema”, “La gota”

Pedro Salinas fue madrileño. Fue profesor en las universidades de Sevilla, de Murcia y de Madrid. En 1938, a causa de la Guerra Civil, vino a los Estados Unidos. Enseñó en Wellesley College y Johns Hopkins University.

La palabra que resume la característica dominante de la poesía de Salinas es la unidad. Para él, el tema central de la poesía es siempre el amor. Busca el amor en el momento actual, en el mundo real, no en un mundo ficticioso o imaginado. Expresa su concepto del amor por medio de ideas y la expresión del espíritu. No quiere decir que su poesía sea fría ni cerebral sino que demuestra un sentimiento refinado y controlado. Sin embargo, expresa el amor y sus manifestaciones–el beso, la mirada, el tacto–por medio de la cabeza más que el corazón. Por eso, es difícil determinar dónde queda el hombre de carne y hueso y dónde queda el poeta y su expresión cerebral.

Su lenguaje suele ser más sencillo que Lorca, pero eso no quiere decir que sea poesía sencilla. Como Lorca, hace hincapié en la búsqueda de la verdad, pero para Salinas lo esencial de la vida es el amor en todas sus formas.

En fin, la poesía es un proceso arduo. Como dijo Salinas, <<La poesía es una aventura hacia lo absoluto>>.

Federico García Lorca “La aurora”, “Nacimiento de Cristo”, “Nueva York”

Lo han llamado el poeta del <<alma gitana>>.  De una forma u otra García Lorca une lo lírico y lo dramático; un aire de  tragedia, de rito sangriento, recorre sus versos, como una amenaza a punto de  cumplirse: cuchillos, luna, muerte, frío, plata, negro, caballos, noche.  Al mismo  tiempo, se ve que mezcla lo popular con reminiscencias de niñez y lo absurdo  con lo irracional.  A él le encanta todo tipo de misterio.  Parece que toda su poesía  está penetrada de esa tensión dramático-trágica.  Para él, la imágen es lo más  esencial, pero suele ser una imágen onírica quu está imprevista, desordenada y  aparentemente incongruente.  Vive, tanto él como su poesía, en una atmósfera  estética que no pertenece a lo que se considera mundo clásico, es decir, la tradición  humanística.  

 Más que nada, se distingue por la musicalidad de sus versos, la plasticidad de sus  imágenes y por su empleo innovador del romance tradicional.  Es el escritor más  destacado de su generación y entre los escritores más famosos de España, el que  mejor supo lograr la síntesis entre temas, actitudes, y valores tradicionalmente españoles y la sensibilidad contemporánea europea.

María Martínez Sierra “Ensayos feministas–¿Qué deben estudiar las mujeres?”

 María de la O Lejárraga adoptó y conservó durante toda su vida los apellidos del  marido, Gregorio Martínez Sierra. Además de los apellidos, guardó siempre cierta  dependencia “moral” del él. La mayoría de sus obras, como han señalado muchos  estudiosos de la autora, llevan el nombre del esposo y en algunas aparecen los dos.  María sólo firmó unas traducciones, los volúmenes de prosa “Cuentos breves”  (1899), “La mujer ante la República” (1931), “Una mujer por caminos de España”  (1952), “Viaje de una gota de agua” (1954), “Gregorio y yo (medio siglo de  colaboración)” (1953), y la colección de obras teatrales “Fiesta en el Olimpo”  (1960).

 María Lejárraga vivió una vida intensa. Nació en San Millán de la Cogolla, La  Rioja el 28 de diciembre de 1874 en una familia culta. Estudió en la Escuela  Normal y luego empezó a trabajar como maestra en un barrio obrero de Madrid, en  el que conoció la pobreza a través de los cuentos de sus alumnos. En 1897 se  enamoró de Gregorio, un amigo de sus hermanos a quien conocía desde hacía  años, y que compartía con ella el interés por la literatura y sobre todo por el teatro.  Ya antes de casarse, los dos emprendieron una relación que dio como resultado la publicación de obras compuestas en común: “El poema del trabajo” (1898), “Diálogos fantásticos” (1899), “Cuentos breves” (1899), “Flores de escarcha” (1900) y “Almas ausentes” (1900). Tras la boda, en noviembre de 1900, María y Gregorio vivieron años felices, escribiendo prosa y teatro, y frecuentando los ambientes literarios y artísticos europeos. En 1907 Gregorio conoció a Catalina Bercena, una actriz cubana con la que formó su compañía teatral en 1915 y con quien él empezó una relación amorosa.

El escritor mantuvo la apariencia de un matrimonio normal hasta 1922, año en que nació su hija con la actriz. María parecía aceptar la situación, a pesar de su sufrimiento. María fue víctima de la traición y del abandono de un marido siete años más joven que ella, pero siguió escribiendo comedias y ensayos que él firmaba y representaba con su nombre. Ella empezó a dedicarse al movimiento feminista y participó en las asociaciones femeninas que promocionaban la educación de la mujer. En 1925 la compañía teatral de Martínez Sierra emprendió una gira por Europa y América. María dependía del dinero que Gregorio le enviaba de manera irregular a cambio de sus comedias. Durante la ausencia del marido, la escritora se dedicó al activismo feminista: participó en el Lyceum Club entre 1926 y 1936, y fundó la Asociación Femenina de Educación Cívica en 1931. El mismo año se acercó a las ideas progresistas y entró a militar en las filas del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), lo que luego la llevó a ser víctima de la represión del franquismo y del nazismo, que la obligaron al exilio fuera de España. Al estallar la Guerra Civil, María fue enviada a Suiza, pero al caer la República tuvo que irse. Se fue a Niza, donde tenía una casita para pasar el invierno. Gregorio, tras una breve estancia en España, se había ido a Buenos Aires y enviaba dinero de modo irregular, hasta que murió de cáncer abdominal en 1947.

La muerte del marido coincidió con una temporada de silencio de la escritora, debida a las cataratas que no le permitían ver. En 1948 María emprendió otra vez su labor creativa, y tuvo que empezar a usar su nombre y establecer su autoría de las obras anteriores, para cobrar los derechos de autor. Además de la pérdida de Gregorio, tuvo que enfrentarse a la derrota de la España republicana, que era para ella el final de un ambicioso proyecto, la desaparición de una comunidad política con la que se había ilusionado y la pérdida del hogar y la nación a los que no podía volver. Por supuesto, su visión del mundo se había vuelto más amarga, y las obras de la segunda mitad del siglo reflejan su espíritu herido.En 1950, María vendió la casa de Niza para ir a Nueva York y luego a Hollywood, donde fracasaron los intentos de que aceptaran sus cuentos y comedias. Se fue entonces a Méjico, y al final a Buenos Aires, donde vivió los últimos veinticuatro años de su vida, escribiendo libros, traduciendo comedias, y trabajando para periódicos, revistas y emisoras de radio. La producción literaria de los años en Buenos Aires incluye “Fiesta en el Olimpo y otras diversiones menos olímpicas”, el único volumen de teatro firmado por María y redactado libremente, sin la influencia del marido. La escritora murió en esa misma ciudad, el 28 de junio de 1974.

Carmen de Burgos “La flor de la playa”

Carmen de Burgos era una autora que había gozado de gran popularidad en las primeras décadas del siglo XX, y que, guiada por un pensamiento progresista, había creado una extensa obra literaria y periodística.  Fue una escritora de inmensa cultura, a la que guió siempre un anhelo de modernidad y de justicia social para España.  Muchas de sus propuestas sobre la educación, los derechos individuales, y los códigos legales son hoy las normas reconocidas en una sociedad desarrollada.

Creó más de un centenar de novelas cortas (“La flor de la playa” es una de ellas).  Escribió también novelas largas, libros de viaje, biografías, traducciones, guías domésticas, ensayos y estudios sociales.  Se convirtió en la primera mujer redactora de un periódico, con columna fija titulada Femeninas, desde cuyo puesto publicó millares de artículos sobre una gran variedad de temas que incluye  el uso de las rosas en la comida, las cárceles de las mujeres en Francia, la moda, y libros que las mujeres deben leer .  Era también la primera mujer corresponsal de guerra y viajó a Marruecos para captar el cuento de las tropas españoles..

Se erigió como pionera en la defensa de la igualdad de la mujer, promoviendo diferentes campañas conta las leyes discriminatorias y defendiendo incansablemente la necesidad de la educación de las mujeres y de los niños de cada rango social.

José Ortega y Gasset “La España oficial y la España vital”

 José Ortega y Gasset fue esencialmente un maestro, un ensayista con  evidente afán de perfección estilística.  Lleno de preocupaciones  intelectuales, examina atentamente todo cuanto en Europa lleva el  sello de lo filosófico o de lo artístico.  Fue Ortega un inquietador de la  conciencia intelectual de España.  Una de las ideas más fecundas de su  filosofía se resume en la fórmula: yo soy yo y mi circunstancia.  Es  decir, más allá de la razón pura y de la razón matemática está la razón  vital.  Hay que añadir que las circunstancias varian y por tanto ofrecen  diversas perspectivas, o puntos de vista, para conocer al hombre.  En  fin, es que la historia del hombre es la interrelación entre el hombre y  la cultura, el mundo de ideas en que vive. (En lo vernacular, se puede  decir que ningún hombre es una isla.)

 Fue muy influído por la filosofía alemana, especialmente el  neokantismo.  http://es.wikipedia.org/wiki/Neokantismo

Quizá se pueda decir que en la cátedra (su carrera académica) y con sus escritos ha ejercido la influencia de más largo alcance que ningún otro escritor haya nunca logrado en los círculos intelectuales hispanos.

En cuanto a su lenguaje, suele ser muy claro y diáfano.  A él, no le gusta introducir palabras nuevas, sino que prefiere revitalizar viejos vocablos, voces clásicas.  Por ello, logra darlos nuevos contenidos intelectuales.  Depende mucho de metáforas e imágenes.  Según algunos críticos, Ortega demuestra la prosa más perfecta del siglo XX.