Federico García Lorca “La aurora”, “Nacimiento de Cristo”, “Nueva York”

Lo han llamado el poeta del <<alma gitana>>.  De una forma u otra García Lorca une lo lírico y lo dramático; un aire de  tragedia, de rito sangriento, recorre sus versos, como una amenaza a punto de  cumplirse: cuchillos, luna, muerte, frío, plata, negro, caballos, noche.  Al mismo  tiempo, se ve que mezcla lo popular con reminiscencias de niñez y lo absurdo  con lo irracional.  A él le encanta todo tipo de misterio.  Parece que toda su poesía  está penetrada de esa tensión dramático-trágica.  Para él, la imágen es lo más  esencial, pero suele ser una imágen onírica quu está imprevista, desordenada y  aparentemente incongruente.  Vive, tanto él como su poesía, en una atmósfera  estética que no pertenece a lo que se considera mundo clásico, es decir, la tradición  humanística.  

 Más que nada, se distingue por la musicalidad de sus versos, la plasticidad de sus  imágenes y por su empleo innovador del romance tradicional.  Es el escritor más  destacado de su generación y entre los escritores más famosos de España, el que  mejor supo lograr la síntesis entre temas, actitudes, y valores tradicionalmente españoles y la sensibilidad contemporánea europea.