José Ortega y Gasset fue esencialmente un maestro, un ensayista con evidente afán de perfección estilística. Lleno de preocupaciones intelectuales, examina atentamente todo cuanto en Europa lleva el sello de lo filosófico o de lo artístico. Fue Ortega un inquietador de la conciencia intelectual de España. Una de las ideas más fecundas de su filosofía se resume en la fórmula: yo soy yo y mi circunstancia. Es decir, más allá de la razón pura y de la razón matemática está la razón vital. Hay que añadir que las circunstancias varian y por tanto ofrecen diversas perspectivas, o puntos de vista, para conocer al hombre. En fin, es que la historia del hombre es la interrelación entre el hombre y la cultura, el mundo de ideas en que vive. (En lo vernacular, se puede decir que ningún hombre es una isla.)
Fue muy influído por la filosofía alemana, especialmente el neokantismo. http://es.wikipedia.org/wiki/Neokantismo
Quizá se pueda decir que en la cátedra (su carrera académica) y con sus escritos ha ejercido la influencia de más largo alcance que ningún otro escritor haya nunca logrado en los círculos intelectuales hispanos.
En cuanto a su lenguaje, suele ser muy claro y diáfano. A él, no le gusta introducir palabras nuevas, sino que prefiere revitalizar viejos vocablos, voces clásicas. Por ello, logra darlos nuevos contenidos intelectuales. Depende mucho de metáforas e imágenes. Según algunos críticos, Ortega demuestra la prosa más perfecta del siglo XX.